martes, 5 de febrero de 2013

“CON TODO RESPETO…” / Por Fred Àlvarez

Hay versiones periodísticas que señalan que la explosión en Pemex, la tarde del jueves 31 de enero, donde perdieron la vida 35 personas, la mayoría mujeres, habrían sido producto de un atentado en el que se habría habrían participado el grupo delictivo Los Zetas, y habrían usado explosivos plásticos del tipo composition C-4’.


Una versión de personas que habrían estado en Pemex, le habrían dicho a los reporteros de la revista Proceso –Anabel Hernández y Jorge Carrasco-, que se habría utilizado explosivo C4 debido a que “peritos en explosivos del Ejército y de la Marina recogieron los restos del material y lo llevaron al Campo Militar número 1, donde confirmaron que es C4. Estiman que el explosivo se colocó en pequeñas cantidades en áreas cerradas, como aire acondicionado, cuartos de servicio y botes de intendencia, y que habría sido ingresado en mochilas o portafolios.”

No hay hasta hoy ninguna información sólida que así lo compruebe, aunque no se descarta esa posibilidad.

Es una hipótesis que ha cobrado fuerza.

La pregunta obligada es ¿qué pudo haber causado ese enorme daño en el edificio Anexo B-2 del Centro Administrativo Pemex?

Exactamente no lo sabemos.

Hay que esperar –no mucho tiempo-, esa ha sido la petición de la autoridades desde los primeras horas de la tragedia.

“No queremos que esto dé motivos a especulaciones sobre posibles razones de este percance”, expresó el Presidente Peña Nieto, la noche del jueves 31 de enero.

En el mismo sentido el posicionamiento del Secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong: “Esperaremos con toda responsabilidad el resultado que arroje el peritaje correspondiente y lo daremos a conocer, como lo he expresado, de manera correcta”.

La pregunta ha sido, una y otra vez: ¿Se descarta la posibilidad de un atentado?

La respuesta fue “sería gran irresponsabilidad sin los elementos completos, suficientes, dar a conocer cualquier información que no conocemos.”

Una posibilidad, dice Murillo Karam

Un día después–viernes 1 de febrero-, el procurador Jesús Murillo Karam dejó abierta la posibilidad de que pudiera tratarse de un atentado. Agregó “sea lo que sea, y queremos hacer de ésta una investigación totalmente transparente, por eso es que hay peritos y especialistas de todo el Gobierno Federal y de todas las instancias y, además, están trabajando dos empresas internacionales, que también están haciendo el peritaje.”

Estas empresas que no sabemos su nombre, habrían viajado desde Washington la misma noche del jueves 31 de enero.

Precisó: “Están trabajando sobre todas las posibilidades, las teorías, las hipótesis que sea posible, no vamos a desechar ninguna y vamos a procurar que esta investigación se dé de la manera más transparente.”

Una pregunta de los reporteros le dio pie a que nos dijera que no han encontrado ningún indicio de fuego. Subrayó contundente: “fuego no hay, eso también de las pocas cosas que les puedo decir con certeza, pero esto no implica que o no nos lleva a decir definitivamente que sucedió por una causa o por otra, tenemos que analizar qué fue la circunstancia específica.”

No hay más información hasta el momento, y eso ha llevado a una serie de especulaciones, que no son positivas y que incluso generan temor.

El periódico británico Financial Times informó de una misteriosa explosión. (mysterious explosión) y estaca que  por segunda vez en lo que va del sexenio el mundo posa sus ojos en Pemex; Pemex, destaca, es el símbolo mexicano de la autosuficiencia energética, pero también de inseguridad, robo de petróleo e ineficacia.; en suma corrupción.

Por cierto, el comunicado del EPR donde se deslinda de los hechos no se ha dado a conocer completo, solamente lo difundió un medio en su portal electrónico, la noche de la tragedia.

No es lo mismo terrorismo que narcoterror

 “Con todo respeto” y en caso de que compruebe la hipótesis de que la explosión haya sido un atentado, diremos que no es lo mismo que lo reivindique un grupo armado como el EPR- que aparentemente ya se deslindó de los hechos-, (información que no ha sido reconfirmada), o un grupo delictivo vinculado a la delincuencia organizada como Los Zetas.

En el primer caso, se hablaría del primer hecho de terrorismo en México, el cual sería muy lamentable; y en el segundo, un hecho más de narco terror, similar al ocurrido en la Plaza Melchor Ocampo de Morelia, Michoacán el 15 de septiembre de 2008 donde murieron muchas víctimas inocentes.

Morelia fue el primer ataque narcoterrorista en contra de civiles mexicanos. Y hasta antes de Pemex, así como otros hechos violentos que han ocurrido en México en los últimos tiempos (y todavía más atrás, en los años 90s) no son actos terroristas, ¡todavía no!

Esperemos que eso no haya sucedido en Pemex, sería muy lamentable.
Esperemos los datos duros. La autoridad debe ser muy cuidadosa de lo que diga u oculte. Y recordar que el periodismo de investigación está haciendo su trabajo.

Lo que es un hecho es que una u otra cosas la seguridad de Pemex nuevamente se torna vulnerable.

¿Hay responsables? Por supuesto que sí. La corrupción y los servicios de seguridad de Pemex.

Hay varios accidentes y explosiones en los últimos años, además de robo de combustible. No recuerdo que alguien esté en cárcel pagando por ello.

Hacia una comisión legislativa de la verdad

Por lo pronto, varios legisladores han solicitado la creación de una Comisión legislativa para investigar los hechos: Seguramente mañana martes 5 de febrero se propondrá un punto de acuerdo para que se apruebe y se integre la Comisión respectiva.

Esperemos entonces que ya exista más información.

Ayer domingo 3 de febrero le preguntaron al Presidente Peña Nieto:

-Cuáles son los avances ahorita.

La respuesta fue textual: “De los avances y de la información que debamos de dar a la opinión pública sobre las investigaciones, los peritajes, las líneas de investigación, que todas se están siguiendo, el señor Secretario de Gobernación, con toda oportunidad, en próximas horas o en próximos días, tanto mañana, pasado mañana, todos los días estaremos informando del avance que se tenga.”

Y de nuevo la pregunta:

-.Señor, se descarta un atentado

-“No tengo más elementos ni mayor declaración que la que he comentado con ustedes. Insisto.”
Hasta ahí las cosas.

¿Qué es el explosivo C-4?

El C-4 o ‘Composition C-4’ es uno de los explosivos después del
trinitrotolueno (TNT), con más fuerza de los conocidos hasta el momento; se emplea para uso militar y para acciones terroristas.

Si se quiere conoce las fórmulas basta dar búsqueda en Google.
Lo que vale la pena decir es que una vez moldeado puede moldearse fácilmente en cualquier forma deseada; se puede introducir en rendijas, huecos de edificios, puentes, equipos o maquinaria. Igualmente puede ser introducido fácilmente en cartuchos de carga hueca; es utilizado en tareas de demolición debido a su facilidad para ser adaptado a cualquier forma, el cual se puede aplicar directamente en estructuras y cuenta con una velocidad de detonación y densidad suficientes para romper el metal.

Ah y por cierto, el C-4 no se comercializa en México.

El fantasma del C-4 ha estado acechando en México.

Hasta donde sabemos la primera vez que se uso ese explosivo en nuestro país, fue en enero de 1994, curiosamente luego del levantamiento zapatista, para hacer estallar un auto en Plaza Universidad. La tarde del viernes 14 de febrero de2008, una bomba explotó en la acera sur de avenida Chapultepec, entre la calle de Monterrey y la glorieta de Insurgentes; cobró la vida de una persona y dejó dos heridos; además de edificios y autos dañados,
Varios medios, articulistas y columnistas afirmaron que el explosivo usado era de uso militar elaborado con un compuesto llamado C4, clorato, balines de medio centímetro de diámetro y gotas de mercurio.

No fu así, se comprobó que el explosivo utilizado era el TATP, denominado por los israelís la Madre de Satán.

Y hace 3 años, el 9 de junio de 2010,  fueron asegurados por la Marina en la Ciudad de México 20 kilogramos de C-4, después la información fue desmentida por Maricela Morales, en ese entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada


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