martes, 4 de junio de 2013

Refrescos: azúcar que mata / Maite Azuela


Supe hace poco que, cuando bebes un refresco, consumes en promedio doce cucharadas de azúcar, así de jalón. Calcula ahora cuantas consumes en una fiesta, si cuando menos te tomas cuatro vasos durante toda la noche. No lo hacemos consciente, posiblemente porque no lo sabíamos. Pero la campaña que lanzó hace un par de semanas la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), no nos deja otra alternativa que imaginar el montón de azúcar que, diluida en el refre
sco de tu preferencia, vas ingiriendo sin notarlo.

La alianza informa que sólo un envase de 600 mililitros de estas bebidas dependiendo de cual elijas tienen entre 12 y 15 cucharadas de azúcar. Los que más endulzados están son la Mirinda y la Fanta de fresa, con 15.6 cucharadas, de ahí le sigue la Pepsi con 13.6, los que tienen 12 son la Coca Cola o el Sidral Mundet. Muy pocos tienen alrededor de 4 cucharadas como el Orange Crush o los Peñafiel de sabor.

El Poder del Consumidor forma parte de esta Alianza y ha señalado que, aunque la Secretaría de Salud presentó recomendaciones para la población mexicana de no consumir refrescos o hacerlo esporádicamente y en porciones pequeñas, no hubo una campaña potente destinada a advertir los daños que ocasiona el consumo periódico de refrescos. Las recomendaciones fueron tímidas frente al crecimiento de obesidad y diabetes en nuestro país.

Así que, ante la ausencia de políticas públicas asertivas por parte del Estado en contra del consumo de refrescos, varias organizaciones de la sociedad civil han sumado esfuerzos para que nunca más ignoremos cuanta azúcar ingerimos por refresco. Para visualizar con claridad lo que esto implica, el día en que lanzaron su campaña frente a la Secretaría de Salud, diversas personas cargaron bolsas con casi 23 kilos de azúcar. Esto representa lo que una persona consume al año si se toma un refresco diario.

De acuerdo con la última encuesta de Salud Y Nutrición, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, con los criterios de la Organización Mundial de la Salud, en el 2012 habían alrededor de 5,664,870 niños en edad escolar con sobrepeso y obesidad en México. De modo que, 34.4% de los niños que tienen entre 5 y 11 años presentan sobrepeso (19.8%) y obesidad (14.6%). La prevalencia entre las niñas es de un 32%, mientras que en los niños es casi 5 puntos porcentuales mayor, 36.9%.

No es coincidencia que seamos el país número uno en obesidad y el primero en consumo de refrescos. Además de que somos de los países con mayor número de muertes por diabetes del mundo.

Perdemos seres queridos y tenemos a niños mal pasando su infancia, gracias al consumo incontrolado de estas bebidas. Según Alejandro Calvillo, Director de El Poder del Consumidor, México tiene el mayor índice de muertes asociadas al consumo de refrescos, con 318 defunciones por millón de adultos. Es decir, la muerte anual de 22 mil 020 personas, equivalente al 12% de las muertes ocurridas en el mundo.

¿Cómo detener esta dulce y silenciosa muerte? La Alianza propone que se establezca una regulación estricta para los refrescos, de modo que se establezca con claridad el contenido en el etiquetado y se dé a conocer en la publicidad de los alimentos y bebidas. Además, sugieren que se impulse el acceso a agua potable gratuita en los espacios públicos.

Por lo pronto, bien nos convendría compartir con todas las personas que tenemos cerca esta información y detener a alguien mientras destapa el refresco para preguntarle ¿te comerías doce cucharadas de azúcar? ¿Entonces por qué te tomas ese refresco?

Twitter: @maiteazuela

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