El presidente de México, Enrique Peña Nieto, intercambió un solideo blanco (una especie de gorra pequeña que llevan los clérigos) con el Papa Francisco, como parte de una antigua tradición católica, según la cual, todo fiel que se acerque con esa indumentaria recibirá una similar de parte del Papa.
El mandatario saludó al obispo de Roma junto al altar mayor de la Basílica de San Pedro acompañado por su esposa Angélica Rivera y dos de sus hijas, después de la misa de inicio de pontificado, que fue presenciada por unas 200 mil personas.
Según el presidente Peña Nieto, en ese momento de cercanía, invitó a Jorge Mario Bergoglio a visitar México lo antes posible, en una cortesía que fue considerada como una invitación oficial.
Personalidades de las 132 delegaciones oficiales que asistieron al inicio del papado, estrecharon la mano de Francisco, primer pontífice latinoamericano. (Con información de Notimex).
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